19 de junio Día de la Bandera de Entre Ríos

         Día de la Bandera de Entre Ríos    
        

  •   Hoy celebra el día de la bandera de Entre Ríos, la bandera argentina con una franja roja transversal, que fue la bandera de Artigas y es también uno de los símbolos nacionales de la República Oriental del Uruguay.


       La bandera fue diseñada por Artigas tomando como modelo la bandera creada en 1812 por Manuel Belgrano, a la cual le añadió el color rojo punzó como de la sangre derramada por la independencia y por federalismo y con el objetivo de ser el emblema de la Liga Federal de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Luego fue enarbolada por Francisco Ramírez como emblema del federalismo contra el centralismo porteño.

      Según el historiador Gonzalo Abella


la franja roja es la sangre de los charrúas cayendo desde el cielo hacia la tierra como un pájara sangrante.

     En Entre Ríos se la conoce como “bandera de Ramírez”, desde que nuestra provincia era parte de la Liga Federal artiguista junto con la Banda Oriental, Santa Fe, Corrientes, Córdoba y Misiones. Si hay alguna diferencia es en el color azul, que es intenso en la de Artigas y más celeste en la entrerriana, y posiblemente en el ancho de la banda roja, que es menor en la de esta provincia.




También conocida como bandera de los Pueblos Libres, el pabellón entrerriano es un emblema de la lucha artiguista. Pasó a ser símbolo oficial de Entre Ríos  por decreto número 879 del cinco de marzo de 1987, que dispuso izarla junto a la argentina en los edificios públicos.


El 19 de junio se celebrará el día de la bandera de Entre Ríos, la bandera argentina con una franja roja transversal, que fue la bandera de Artigas y es también uno de los símbolos nacionales de la República Oriental del Uruguay.






La divisa Entrerriana y el caudillo Oriental
  • Celeste y blanca con una franja roja en diagonal. La bandera de Entre Ríos connota argentinidad y federalismo. Y está inspirada en la creada por José Gervasio Artigas, el Protector de los Pueblos Libres, en 1815.
Todos los años se la recuerda aquí el 19 de junio, justamente el día en que nació Artigas, de suerte que lo entrerriano está indisolublemente unido, al menos desde lo simbólico, con el mentor en estas tierras de la causa federal.
Artigas se enfrentó con el Directorio de Buenos Aires, que quería someter bajo su yugo a los pueblos del litoral. La orden emanada del poder porteño era eliminar al caudillo oriental.
Con ese objeto envió una tropa encabezada por el coronel Holmberg. Pero una fuerza entrerriana al mando del coronel Eusebio Hereñú la derrotó en la batalla de El Espinillo. Tiempo después, en 1815, Hereñú izó la bandera artiguista en estas tierras al incorporarlas a la Liga de los Pueblos Libres.


El ideario de Artigas, basado en Independencia, República y Federalismo cautivó a Francisco “Pancho” Ramírez, quien fue su lugarteniente y después aliado. El “Supremo Entrerriano”, en torno a cuyo liderazgo el paisanaje nativo adquirió conciencia política, llevó adelante ese proyecto político, creando la República de Entre Ríos el 29 de septiembre de 1820.
Ramírez adoptó la bandera celeste y blanca con la banda punzó como emblema de la nueva República (que se llamaba así por contraposición a la forma monárquica, aunque no buscaba la secesión del resto de las Provincias Unidas).
Al hacer jurar la divisa ante su tropa, dijo: “Soldados: esa bandera tricolor es el distintivo de vuestra heroicidad; servidle con amor y sostenedla con firmeza; ella decifra el mérito de vuestros sudores, de vuestros afanes, de tanta sangre y hasta de los últimos sacrificios. Jurad perecer antes que verla abatida por ningún tirano (…)”
Con la desaparición física de Ramírez, los destinos de Entre Ríos quedaron en manos de Lucio Mansilla, quien en 1822 dispuso el uso de una nueva bandera, igual a la nacional, pero con el agregado del escudo provincial verde y rojo en el centro.
En 1824, con la llegada al gobierno de León Sola es reestablecida la bandera de Ramírez, aunque no había unanimidad en su uso. Luego, en 1833, el gobernador Pascual Echagüe creó una enseña tricolor que tenía la franja blanca con el escudo en el centro, y las bandas superior e inferior, azules en la mitad izquierda y rojas en la derecha.
El general Justo José de Urquiza llevó esa divisa a la batalla de Caseros (3 de febrero de 1852) y la izó en los buques que envió a Montevideo para organizar la alianza bélica contra Rosas.
Tras la constitución de la Confederación Argentina con sede en Paraná, dejó de usarse la bandera de la patria chica. Y esto porque la provincia se federalizó como capital de todo el territorio argentino.
“Recuperado el territorio en 1860, Ricardo López Jordán la rescató como emblema de su revolución desde abril de 1870. Luego volvió a caer en desuso y para fines del siglo XIX, sólo algunos vecinos paranaense las ponían en el frente de sus casas para las fechas patrias”, cuenta el historiador local Gustavo Rivas.
Según refiere, “desde entonces el uso de la bandera entrerriana había quedado en el recuerdo de aquellas lejanas épocas”. Finalmente, en marzo de 1987 el gobernador Sergio Montiel dictó el Decreto 879 por el cual oficializó el uso del pabellón tricolor creado por Artigas y adoptado por Pancho Ramírez.




  • BANDERA FEDERAL IZADA EN MONTEVIDEO 
  • La bandera fue diseñada por Artigas, basándose en la bandera creada en 1812 por Manuel Belgrano a la cual le añadió el color rojo punzó como la sangre derramada por la independencia y por federalismo y con el objetivo de ser el emblema de la Liga Federal de las Provincias Unidas del Rio de la Plata 





  • BANDERA FEDERAL IZADA EN ARERUNGUÁ 
  • En un principio constaba de tres bandas azul-blanco-azul, donde cada una de las bandas azules tenia dentro una banda roja horizontal, cada banda punzó (roja) representaba las bandas oriental y occidental del Río de la Plata en la misma bandera.


  • BANDERA ARTIGUISTA FEDERAL
Más tarde es el mismo Artigas que cambia los dos listones horizontales por dos en diagonal y luego por uno solo en diagonal, argumentando que "a la distancia era difícil distinguirlos", en este caso las dos bandas del Río de la Plata son las franjas azulcelestes, el Río de la Plata es representado con la franja horizontal central blanca y la franja punzó.


¿Qué significa, qué sentido tiene que enarbolemos esta bandera azulceleste y blanca, cruzada de rojo?






Un 19 de Junio nació José Gervasio Artigas, que sería el más leal Jefe de los Pueblos Libres, y para identificar a estos pueblos libres ante el mundo nos dio una bandera de tres colores. Transitamos ya el tercer milenio, y las luces que encendió Artigas siguen alumbrándonos el camino.
Por eso vale la pena que miremos de nuevo la banda roja, y que nos cuente su historia.

Es una historia de sangre, es cierto, pero no para asustarnos. Si la bandera fue chorreada de sangre, desde entonces jamás podrá pasar inadvertida. Si encarna la vida de los sudamericanos, ese símbolo compromete.

"Eso que a primera vista parece un trapo nomás, cuando miremos más hondo, con los ojos del corazón y de la conciencia política, veremos que nos contiene a todos, sin diferencias, a todos nosotros. Entonces la bandera, más que un trapo es un espejo."

Un 19 de Junio de 1764 vio la luz José Artigas, el padre de los principios fundacionales de la nación: la libertad, la independencia, la división de poderes, el federalismo, la igualdad, la distribución de riquezas, la intransigencia ante los imperios, la dignidad de los pueblos, la promoción de los más infelices, el no dejarse arrear con promesas falsas, el estar alerta ante las trampas del discurso.


Entonces, juntar esas dos fechas resulta una feliz coincidencia.

Si algo nos faltaba para completar un sello sudamericano, era ensamblar la Bandera Federal con la Bandera Nacional, enlazar el 19 y el 20 de Junio, dar a Artigas y a Belgrano un solo día, una jornada de 48 horas; ver en esos dos nombres una sola nación que tiene nombre: esa nación se llama Sudamérica.

Pero nos preguntábamos recién qué nos dice la banda roja. Qué nos dice “La roja veta diagonal que sangra”, como escribió Juan Zorrila de San Martín.

¿QUÉ NOS DICE?

Lo primero que escuchamos de esta banda roja es la palabra amistad, la palabra hermandad. Porque varios pueblos vecinos, en este pedazo del planeta, nos reconocemos en ella y diríamos con Delio Panizza: “es un himno de llamas dividiendo en diagonal un cielo azul y blanco”.

Cómo no repetir con el poeta: “Dice Federación esa bandera sesgada por un rayo”.

Y es que, si de corazón alzamos la banda roja, jamás podremos aceptar la división de estos pueblos, ni el centralismo; nunca la organización unitaria, de ninguna manera la concentración del poder.

Banda roja es soberanía de las provincias, soberanía local; es embeber a las instituciones en aquel antiguo axioma sudamericano “naide es más que naide”. O dicho de otra manera: igualdad de oportunidades para las regiones, para las provincias, para las ciudades; igualdad de oportunidades para los jóvenes, para los sudamericanos.
¿Qué nos dice la banda roja? Nos dice independencia, soberanía, porque esta franja expresa el espíritu de los primeros que, tras Mayo de 1810, se negaron a obedecer a los reyes europeos; los que exigieron (sin éxito) la declaración de la independencia ya en 1813, en las Instrucciones.

Y esa banda roja nos dice también república. Eso significa que si la enarbolamos de corazón es porque no aceptamos que nos ensucien la república, la división de poderes de verdad, el derecho a una justicia que no se incline ante el poder partidista o económico, el derecho a tener como jueces a las mujeres y los hombres probos, incorruptibles.

El sentido es serio entonces, y nos interpela a todos. No es para mirarlo desde el interés personal o sectorial, desde las ambiciones del día, las menudencias, nada de eso, la banda roja está más allá de apetencias y egoísmos, nos convoca desde otra dimensión.

¿Y dice algo más? Claro que sí, porque expresa la dignidad y los derechos de los pueblos originarios. Entonces uno no puede izar la banda roja sin jurar respeto y agradecimiento, y sin un profundo sentido de arrepentimiento y compromiso reparador, por los maltratos y las humillaciones que sufrieron los pueblos conquistados. Sin espantarnos de la servidumbre a que se ven reducidos todavía hoy y aquí tantos hermanos nuestros, y espantarnos de las discriminaciones negativas.

Tampoco podemos izar la banda roja sin la conciencia plena de las ofensas que debieron soportar las mujeres y los hombres traídos del África, esa madre despojada, y los hijos de esos indios y negros y europeos, que llamamos gauchos, criollos.

Cuántos europeos llegados hace un siglo y pico, en otra inmigración masiva, tomaron como propios los valores de la banda roja y sufrieron también, como los hijos de la tierra, ese flagelo tan naturalizado llamado expulsión, destierro.

Todos ellos somos nosotros. Por nosotros se pone más colorada la banda roja. En nosotros pensó primero José Artigas cuando repartió tierras, con la convicción de que los más infelices debían ser los más privilegiados, y en nosotros pensó cuando buscó una extensión generosa de territorio en Arerunguá para permitir que el charrúa pudiera desarrollarse en paz.

Vistas las cosas desde este tiempo, al alzar la banda roja nos comprometemos con reformas, con reformas financieras para dar oportunidades, reforma agraria para permitir a las familias un desarrollo, reformas por organizaciones solidarias, comunes. Reforma al fin.











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